martes, 10 de abril de 2007

inventos tecnologicos 3

La Revolución Industrial es un período en el que un conjunto de invenciones e innovaciones permiten lograr una enorme aceleración de la producción de bienes y asegurar un crecimiento económico autosostenido, independiente de la agricultura.
Se inició espontáneamente en Inglaterra y se afianzó y convirtió en irreversible entre 1750 y 1850. Su base estaba en el desarrollo de la industria manufacturera, generalizando el uso de la máquina para reducir tiempos y costos de producción.
El despegue inicial lo proporcionó la industria algodonera, al multiplicarse fabulosamente la producción de tejidos por introducción de telares mecánicos. Pero fue la siderurgia la que, al revolucionar su tecnología de producción, produjo un impacto aún más decisivo, puesto que repercutió en todo el desarrollo industrial posterior y, en una buena medida, lo hizo posible.
Sólo el hierro permitió el desarrollo del ferrocarril, que venía a sumarse a las importantes transformaciones del transporte, que ya habían empezado a producirse: técnicas modernas de pavimentación de carreteras y apertura de redes de canales. La disminución de tiempos de desplazamiento e intercambio, que así se hizo posible, inició la ruptura de las nuevas dimensiones espacio-temporales y las relaciones de dependencia entre núcleos urbanos y rurales, propias de la sociedad agrícola anterior.
Posterior a este despegue británico, la industrialización se difundió por otros países de Europa y América, pasando por etapas parecidas de aumento en la producción y repercusiones en las formas de vida humana, especialmente en las formas de urbanización.
En las ciudades vinieron a instalarse las fábricas, ello provocó amplios movimientos migratorios de campesinos pobres atraídos por el salario industrial, para los cuales hubo que preparar acomodo. Las ciudades atrajeron a la industria y la industria hizo
crecer a las ciudades. Entre 1790 y 1841, Londres pasó de 1.000.000 de habitantes a 2.235.000.
A partir de este momento se cava una zanja que se profundiza incesantemente entre los dos mundos : aquel que ha llevado acabo su revolución industrial y el que no la ha logrado o la está realizando demasiado lentamente.
Los países ricos son los que cuentan con la industria, los adelantos tecnológicos y el desarrollo, dejando como sus subordinados a los piases en vías de desarrollo, y esta subordinación es muy difícil de superar ya que existe una dependencia desde los cimientos, es decir dependemos de la producción de los países desarrollados para que nosotros podamos generar también producción.
Se ha establecido así la sociedad más desigual, la más escandalosa e injusta que nuestro planeta haya conocido jamás. La brecha que existe entre ricos y pobres es enorme, ya que los primeros tienen acceso al desarrollo y la tecnología y los segundos no.

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